¡Edificados sobre la Roca!
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca (Mateo 7:24).
—-Y la familia, ¿qué tal?, — bien, muchas gracias— Así es como se acostumbra responder. Pero, la verdad es que la familia no está bien, ya que está siendo atacada desde muchos frentes. El maligno, el enemigo principal es el responsable de todos estos ataques. Él quiere que nuestros hijos confundan lo que es una familia. Desde los gobiernos, hasta los centros educativos insisten y enseñan que el matrimonio no solamente es la unión entre un hombre y una mujer; sino que todo tipo de unión, ahora, es aceptada y celebrada como un matrimonio.
Él sabe que si destruye la familia ha ganado una de las batallas más importantes, destruir las siguientes generaciones, al destruir a la familia, también afecta a la iglesia; porque las familias disfuncionales no pueden servir efectivamente a Dios. Él sabe que al destruir a la familia destruye las sociedades, y a las naciones, porque el fundamento de todo es la familia.
En el Imperio babilónico (1750 a.C. aproximadamente), el simple hecho de saber construir una casa era algo fundamental, todo era regido por el código de Hammurabi y una de sus leyes declaraba: “Si un constructor construye una casa y no lo hace con buena
resistencia y la casa se derrumba y mata a los ocupantes, el constructor debe ser ejecutado inmediatamente". Parecía muy drástica y cruel dicha ley; pero para los gobernantes esta ayudaba a controlar los accidentes y contribuía a que las construcciones se hicieran con mejor calidad y, al mismo tiempo, resistentes a cualquier tipo de clima y desastres naturales.
Jesús; también insistió en lo indispensable que era el tener un buen cimiento para la construcción y protección de la familia: Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca (Mateo 7: 24,25).
Es tiempo de volver a paramos firmes sobre la Roca de la Palabra y defender los valores de la familia y los propósitos de Dios, de levantamos y luchar por salvar, proteger, restaurar, y fortalecer a la familia. Es tiempo de ordenar nuestra casa, de ser coherentes y vivir nuestra fe, principios y valores. Vale la pena el esfuerzo, ser fieles y persistentes; estas son actitudes consecuentes con los tiempos.
Senda de Vida continúa defendiendo los principios divinos sobre la familia y se esfuerza por descubrir el propósito de Dios para estos tiempos finales.
Marco T. Calderón
Presidente